Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son los últimos dientes que erupcionan en la boca. Suelen aparecer entre los 17 y los 25 años, aunque el momento puede variar de persona a persona. Estas muelas se llaman muelas del juicio porque erupcionan en una etapa posterior de la vida, cuando se cree que una persona ha adquirido algo de sabiduría.
La mayoría de los adultos tienen cuatro muelas del juicio, una en cada comisura de la boca. Sin embargo, no es raro que algunas personas tengan menos o incluso más de cuatro muelas del juicio. En algunos casos, es posible que las muelas del juicio no erupcionen y queden impactadas debajo de la línea de las encías.
El momento de la erupción de las muelas del juicio varía entre las personas, pero generalmente ocurre al final de la adolescencia o principios de los veinte. Para algunas personas, las muelas del juicio pueden comenzar a salir a los 17 años, mientras que para otras, es posible que no suceda hasta los 20 años.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas desarrollan muelas del juicio y es posible que algunas personas nunca experimenten su erupción. El desarrollo y la erupción de las muelas del juicio están influenciados por varios factores, incluida la genética, el tamaño de la mandíbula y la salud bucal.
Varios factores pueden afectar el cronograma de erupción de las muelas del juicio. La genética juega un papel importante, ya que el tamaño y la forma de la mandíbula son rasgos hereditarios. Si la mandíbula de una persona es demasiado pequeña para acomodar las muelas del juicio, es posible que queden impactadas o no puedan salir por completo. Por otro lado, una mandíbula más grande puede proporcionar suficiente espacio para que las muelas del juicio salgan sin causar ningún problema.
Además, la presencia de dientes existentes puede afectar la erupción de las muelas del juicio. Si hay apiñamiento o desalineación en la boca, puede impedir la erupción de las muelas del juicio. La mala higiene bucal y las enfermedades de las encías también pueden contribuir a complicaciones durante el proceso de erupción.
Cuando las muelas del juicio comienzan a salir, pueden provocar diversos síntomas. Estos pueden incluir dolor o malestar en la parte posterior de la boca, hinchazón y sensibilidad de las encías, dificultad para abrir la boca por completo y un sabor u olor desagradable. Algunas personas también pueden experimentar dolores de cabeza o rigidez en la mandíbula.
Es importante prestar atención a estos síntomas y llamar a nuestro consultorio si surge algún problema durante la erupción de las muelas del juicio. Los chequeos dentales periódicos y las radiografías pueden ayudar a controlar el progreso de las muelas del juicio y detectar cualquier problema potencial desde el principio.
Manejar las molestias y las complicaciones asociadas con la erupción de las muelas del juicio implica una combinación de atención en el hogar y tratamiento dental profesional. Los analgésicos de venta libre pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación, mientras que enjuagarse con agua tibia con sal puede aliviar las encías inflamadas.
En los casos en que las muelas del juicio estén impactadas o causen problemas importantes, puede ser necesaria la extracción. Un cirujano oral o un dentista pueden evaluar el estado de las muelas del juicio y recomendar el curso de acción adecuado.
Es importante seguir prácticas adecuadas de higiene bucal, incluido el cepillado regular, el uso de hilo dental y el uso de un enjuague bucal antiséptico, para reducir el riesgo de complicaciones y mantener una buena salud bucal durante la erupción de las muelas del juicio.